Saludos desde mi humilde guarida.



Ha sido un día agotador. Después de conocernos (si a conocer le llamamos echar miradas desconfiadas a tu futuro compañero) subimos al piso. Un simpático cartelito colgado de la puerta del ascensor nos indicaba su no-funcionamiento, así que tuvimos que patearnos toda la escalera cargados con las maletas. Me dio lástima la chica rubia, tuvo que hacer tres viajes la pobre. Lo extraño es que, cuando aquel simpático mendigo le ofreció su ayuda por una simple propina, no solo le dio la espalda, sino que subió corriendo 4 pisos. ¡Menuda resistencia!

El pisito no pinta nada mal. De momento nos hemos encerrado cada uno en nuestra habitación para instalarnos. Y en mi caso hablo literalmente. No he resistido la tentación de sacar mi pequeño televisor, el cual siempre llevo conmigo para emergencias como esta, y enchufar mi nueva playstation 3. Que sensación más maravillosa recorre mi cuerpo al sentir cómo el mando se desliza entre mis manos, cómo espero ansioso los preliminares cuando se pone en loading, una y otra vez, pantalla tras pantalla, hasta llegar al éxtasis, por fin me he pasado otro nivel!

En fin, dentro de un rato saldré para ver como andan los otros. Y cuando no haya más remedio tendré que sumirme en la aburrida tarea de abrir mi maleta.

No huele…a…aa…¿marihuana?

No hay comentarios: