Mi propio espacio ¡No lo puedo creer!


Por fin he acabado de arreglar mi habitación. Ahora estoy tumbada en la cama observando cómo ondea mi bandera republicana encima del escritorio, necesitaba tranquilidad. Hace un rato ha entrado la otra chica preguntándome si tenia leche facial porque a ella no le quedaba. Qué raro que tenga hambre a estas horas. Le he dicho amablemente que buscara en nevera y se ha ido molesta. Me parece que me costará más de lo que creía llevarme bien con ella.

No he podido resistir más. Lo he hecho. Tenía mi cajita mágica a la vista y he sacado un poquito de mi cosecha particular. Y no quería, mi subconsciente me ha poseído, lo juro. Aunque ahora sí que se respira tranquilidad. Espero que a mis compañeros de piso no les moleste…

Una que se marcha a otros mundos. Jamin, jamin, jamin…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero que no te quedes flotando por ahí, jamin, jamin, jamin...;) Estaría bien que nos ilustrarais vuestros relatos con fotos.