Gazapo!


Sólo quedan dos días para terminar el año y aquí me tenéis, en casa de mi madre jugando con Gazapo. No os penséis que es una pelusa que vive debajo el sofá y a la que alimento con amor, aunque algún parecido sí que tiene.

Gazapo es mi regalo de Navidad, un hurón que es una pasada. Mi madre me lo regaló por Navidad y me paso el día jugando con él e intentando que no me muerda, lo cual es un poco difícil. Pero por intentarlo que no quede. Creo que no le gusta mi cuarto, porque cada vez que lo cojo y me lo llevo allí, nada más entrar ya se pone como loco. ¿Será el olor a... ejem, eso que se fuma pero que no es tabaco?... No creo que sea eso. Se asustará del póster de Einstein que tengo en mi cuarto. Verlo a menudo sacando la lengua y con esos pelos desestabiliza a cualquiera. Pero a mí me encanta. ¡Está tan grillado!


La nochebuena fue genial, sin complicaciones. Vino mi tía de la India y se trajo un sitar, con lo que tuvimos música ambiental toda la noche. Pero no creáis que es una aficionada, nada de eso. Semi profesional. Serán los tres años que ha pasado allí, que le ha dado tiempo a aprender de todo, a parte de volverse mucho más espiritual de lo que ya era.
Feliz año nuevo a todos y que seais muuuuuuuy felices.
Paz y amor!
Estrella

Leer más...

Odio la navidad


Si. Lo siento pero es así. Hoy es posiblemente el dia más aburrido del año. Me voy del piso y cruzo media ciudad invadida por padres noeles trepadores hasta llegar a casa de mis abuelos. No tardan en llegar mis padres, acompañados de los insalvables "estás muy flaco" y "a saber que vida llevas". Al cabo de un rato llega mi tio, ese que en otra vida fue luchador de kick boxing, con sus palmaditas en la espalda. Tras recomponerme dos o tres huesos dorsales, mis dos sobrinas pequeñas empiezan a corretear dando vueltas y a pegarme puntazos de pie mientras se ríen inocentemente. Sólo faltaba mi tía con su "venga niñas, id a jugar con Alberto". ¡¿Por qué no las manda a jugar con el pelapatatas!?

Tras la extensa comida y la consecuente indigestión de crustáceos variados, mi abuelo tiene la bondad de sentarse a mi lado y relatarme sus experiencias. Cabe decir que sus relatos duran dos horas y sus experiencias comprenden toda su vida de "trabajo duro" y "penúrias económicas". En fin, solo queda despedirse de todos, hacer una forzada y pomposa sonrisa i desearles a todos unas felices fiestas... Sinceramente me importa un bledo lo bien que lo pueda pasar mi querida familia.

Por fin me he sentido a salvo cuando he salido de aquella casa y he vuelto a la fría rasca invernal, las sucias calles de cemento, la falsedad consumista... Pero hay que sonrreir, que es Navidad!

Leer más...

jou jou jou!


Bueno, hoy he llegado a casa y ya lo que me faltaba por ver. Estrella no paraba de decir cosas totalmente incoherentes y absurdas fruto de a saber qué tipo de sustancias tóxicas... Me empieza a dar miedo. No sé qué de unas fresas y un kilo de patatas mezclado con alguna serie extraña de frases más o menos poéticas (menos que más sería la expresión acertada).


En fin, que visto con qué clase de personajes tengo que compartir "mi" casa, espero con una paciencia más que infinita las vacaciones de Navidad para irme a casa (la mía de verdad) con mi family y hacer miles de cosas juntos.


Con lo que me gusta a mí la Navidad y no me han dejado poner nada de decoración. Con sus rojos y sus verdes, y sus lentejuelas y purpurina... Todo tan brillante y tan fabuloso. Si es que adoro la Navidad, no puedo evitarlo!! Sin embargo estas dos personillas que comparten habitáculo conmigo no la soportan. Sobre todo Alberto, está de mala leche desde que empezó diciembre.


En fin, que no puede ser. Y luego me dicen que soy yo la rara por querer poner un árbol de navidad de 3 metros en el salón...


Qué poco espíritu navideño!

Leer más...

y espialidoso!


Saborea una fresa.

Urgente no existe.

Piérdete en tus sueños.

Estudia tu alrededor.

Regala una estupidez.

Camina sin rumbo.

Acierta un poco.

Llora de risa.

Imagina todo lo que quieras.

Fríe 1 kg de patatas.

Reordena todo lo que eres.

Agárrate con fuerza.

Grita al mundo que quizás no es tan bueno.

Investiga tus recuerdos.

Lee a García Lorca.

Insiste en creer.

Sueña cosas imposibles.

Tira de la manta.

Inspira lentamente.

Corrige tus mentiras.

Oye tus pasos.
Estrella

Leer más...

Una fiesta o algo de eso


Los tremendamente irritantes gritos de Estrella me han despertado esta mañana.

Que si nosequé de una fiesta, que si nosecuántos de un montón de botellas, ... No la he entendido muy bien hasta que ha entrado en mi habitación y se ha puesto a gritarme in situ. ¡Qué pesadilla! Si no hicimos nada. Unas cuantas cervezas y un par de amigos, nada más. Además, que me eche ella la bronca por dejarlo todo hecho un desastre... ¡Yo ordené perfectamente todas las botellas!

Revisando el salón, me he dado cuenta de que quizás sí nos bebimos algo más de unas cuantas cervezas... ¡Uff! Como se enteren mis papis me matan. Yo no soy así, no hago ese tipo de cosas ni muchísimo menos.

¿Abracé ayer a Estrella? Dios, te ruego que la respuesta sea negativa...

En estos momentos me dispongo a limpiar la cocina después del pequeño gran desastre que organizamos. Y por lo que he visto me lo voy a tener que tomar con muuuucha tranquilidad. O llamaré a la asistenta de mis papis, quizás eso sea mejor idea...

Leer más...

Resaca no es un nombre de mujer



Creo que ayer celebramos una fiesta. O al menos, eso me parece recordar, vista la cantidad de botellas colocadas en un orden casi perfecto (esto lleva la huella de Vanesa) y el dolor de cabeza que inunda mi mente en estos momentos.
¡Sí! Ya empiezan a aparecer algunas imágenes en mi cabeza... Era jueves universitario, y visto el frío que empieza a hacer decidí invitar a unos amigos a pasar la noche en el piso. Podríamos jugar una partida al Vampiro (genial juego de rol, que todo el mundo debería conocer, pero que tristemente no es así) mientras bebíamos un par de cervezas. Y creo que fue precisamente en ese punto, en el de las cervezas en el que empezó a descontrolarse todo.
Empezaron a llegar mis amigos y vaya... amigos de Vanesa también. Supongo que son cosas inevitables de tener compañeros de piso. El caso es que entre las cervezas que tenía yo en casa y las bebidas espirituosas que trajeron los demás era normal que la cosa terminara como terminó: con unas treinta personas en el piso, botellas vacías por todas partes, e incluso prendas de ropa por el suelo, que me gustaría averiguar A) de quién son y B) por qué están en mi casa.
A todo esto, Estrella no aparece en ninguno de los pocos recuerdos que tengo. Qué raro...

Leer más...