Pequeño incidente gastronómico

¡Oh Dios mío!
Espero que llegue un fantástico día en el que cocinar no sea necesario. ¿Quién dijo que un huevo frito no tie ne misterios? Porque debería pensar mejor las cosas antes de hablar. Sí, me he peleado con las sartenes. Creo que nunca he echado tantísimo de menos la casa de mis papis. Allí nunca tenía que cocinar. ¡Estela lo hacía por todos! Cuando la sartén de pronto se ha incenciado casi me da un infartito. Así ha quedado la pobre.

Ha tenido que venir Alberto a sacarme del mini incendio que he provocado. Y me ha mirado con una cara entre enfado y compasión... Como si pensara "ay pobre, qué le vamos a hacer si es tontita" Jo! Lo que pasa es que nunca me ha hecho falta cocinar.

Si por mí fuera utilizaría el horno para guardar zapatos.
He dicho.

1 comentario:

Enzo Buonfiglio dijo...

Ánimo. Todos hemos hecho desastres como ese. Incluso mayores. Poco a poco. Eii, me ha gustado la bandera de la anterior entrada. Haríamos buenas migas. Ciao ragazza