Crónica de un domingo por la mañana

5:30. Me despido de mis amigos.

6:00. Llego a la puerta del piso. Tras seis intentos para abrir el portal, empiezo a dudar si nuestra puerta es de verdad el número 37 de la calle.

6:01. Llego al número 35. Abro la puerta tras seis intentos más.

6:10. Subo al piso. No recordaba que tuvieramos en la finca escaleras de caracol, ni que ondularan según la subida. Por suerte, las he domesticado a tiempo. Entro al piso sin hacer ruido.

6:11. Me cargo un espejo. Creo que era de Vanesa. Mañana alguien me va a hacer morros...

6:12. Tiro una cacerola al suelo.

6.13. El marco de la puerta del pasillo conspira contra mi, y se mueve instintivamente para que choque contra el al passar, haciendo retumbar todas las paredes.

6:14. Giro el pomo de la puerta de mi cuarto

6:14. Vuelvo a poner el pomo en el hueco.

8:00. Mis compañeros de piso entran descaradamente en mi cuarto con recojedores y fregonas cual armas antidisturbios, y al lema de "Estrella, hoy toca limpieza" me sacan de mi placido sueño para llevarme al maldito mundo de la resaca.

Algún dia se lo devolveré, y de una forma muy cruel. ¡¡¡Muajajajajaa!!!

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