Vanesa dice: ¿¿dónde me he metido!!


Pasado el impacto del primer momento no sé qué pensar. He intenado deshacer las maletas, pero obviamente sigue sin caber ni la mitad en ese minúsculo rincón que mis compañeros de piso llaman armario. ¿Cómo voy a organizar los modelitos de los que dispongo para todo un año de university en dos metros cuadrados? Es absolutamente imposible.

Creo que mi compañera está un poco loca. Cuando he salido al pasillo estaba llenándolo todo de velas perfumadas mientras escuchaba una música que no he oído nunca en mi vida. ¡Y mira que yo de la música de los 40 Principales me lo sé todo, todo y todo! Además, ha decorado su habitación con pañuelos de esos de los hippies. ¡Qué horror! Al menos no los ha dejado en el salón, que si no, qué iban a pensar las visitas. Aunque a pesar de todo es bastante simpática.

De Alberto no tengo mucho que decir, apenas ha salido de su habitación y yo he estado escesivamente preocupada adecentando hasta el último rincón de la mía. Ahora ya está decidido. NECESITO una tarde de shopping con Esteli como terapia. Nunca falla.

De momento, me relajaré con Nena Daconte, son taaaaaaaaan monos...

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