Vanesa

Por fin llegué a mi "nueva" casa. ¡Pero no es lo que esperaba ni muchísimo menos! Y os diré por qué nueva entre comillas: creo que no hay absolutamente nada en este lugar que sea de antes de la Revolución Industrial. Necesita mi toque cool ipso facto.

Pero antes de entrar en la casa, el primer impacto han sido mis compañeros. Habíamos quedado en el portal (por llamarlo de alguna manera) para entrar los tres juntos en el piso, pero Luna ha llegado como media hora tarde. Y ahí estaba yo, de brazos cruzados, con mis adoradas maletas de Tous intentando no poner una cara excesivamente desagradable ante lo que tenía delante, osea, ¡un chico con pelo largo! Pero dónde se habrá visto eso... Y muy simpático tampoco es que fuese. No dejaba de jugar con un aparatito negro, la psps o algo así me ha dicho. Total, un desastre. Pero la escena no mejoró cuando conocí a mi compañera, que yo sinceramente, me esperaba otra cosa cuando mi amiga Espe me dio su móvil para ver lo del piso. Ha sido un shock total: ¡si hasta lleva dos rastas de esas! Y pantalones que parecen de pijama y una camiseta rota... por Dios, necesita unas clases de estilismo urgentemente.

No sé qué pasará a partir de ahora, pero de momento me esperan El canto del loco en mi ipod rosa, por supuesto. Creo que necesito una sesión de shopping para recuperarme.

No hay comentarios: